martes, 19 de enero de 2010

Hotaru no haka.




Hotaru no haka o La tumba de las luciérnagas creada por el Studio Ghibli en 1988. Esta historia es una dura muestra de lo vivido en la segunda guerra mundial en la vida de Seita, un muchacho de 16 años y su pequeña hermana Setsuko de 7. Ellos solo viven con su madre, quien está enferma. Su padre está en la marina y no lo ven hace meses. Seita tiene gran responsabilidad encima con su madre y hermana. Tras arrancar de los constantes bombardeos aéreos, Seita con su hermana Setsuko a los hombros, fueron donde su madre para que se dirigiera al refugio, pero fue en vano. Su madre en consecuencia del estado de enfermedad que s encontraba fue alcanzada por una bomba, quedando al borde de la muerte. Seita tuvo que mudarse con una tía paterna, donde ocultó todo lo que pudo a su pequeña hermana que su madre estaba mal herida y que finalmente falleció. Al comienzo todo va bien: Tenían comida y techo. La comida era racionada y escaseaban las provisiones, llegando a costar altos precios y dificultades conseguirlos. De frentón le pidieron a Seita que se deshiciera de posesiones y las diera para su venta para obtener alimento, pero la tía comenzó a ser intolerante a la pequeña, a su apetito y sus preguntas ingenuas, como por qué comían arroz nuevamente? Así que les dijo que si querían comida, trabajaran o aportaran dinero para ganársela. El muchacho no toleró que lo hicieran sentir como estorbo y que tuvieran tan poca consideración con su hermanita, así que aceptó comprar sus alimentos y hasta una cocinilla donde se cocinaban a parte, aunque lo pequeña que era su hermana le impedía trabajar. Así comenzó a vender todas las cosas de valor que poseía, mayoría pertenencias de su madre. La tía lo tomó como soberbia y mal agradecimiento de parte de los niños y se volvió dura e hiriente, llegando al punto de decirle abruptamente a Setsuko que su madre había muerto tras la insistencia de la niña al preguntar por ella. Seita ya no podía tolerar la situación y comenzó a buscar cosas en la calle que le ayudaran a sobrevivir, hasta que encontró una pequeña cueva que transformó en su nuevo hogra junto a Setsuko. Las pertenencias y el dinero se van acabando y cada vez se hace más escaso el alimento. La guerra continúa y ya nadie quiere vender. Lo poco que encuentra en el mercados ya no es suficiente. Su hermana esta en pleno crecimiento al igual que él y las condiciones de salud empiezan a deteriorarse. Setsuko empeora con los días y Seita alarmado consulta a los doctores, pero ellos afirman que la desnutrición de su hermana solo puede tratarse con una buena alimentación. En su desesperación por el estado crítico de su hermana (aunque él también está en un grave estado de desnutrición y agotamiento) decide robar alimentos de un huerto. Desafortunadamente es sorprendido por los perros guardianes, castigado con fuertes golpes por los dueños. Fue demasiado tarde para su hermana y con ella se llevó su motivo de existir.

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